Para la Generación Z, que se está volviendo cada vez más consciente de los problemas ambientales y su impacto en las generaciones futuras, la jardinería ecológica es una forma importante de tener un impacto positivo.
No es ningún secreto que el medio ambiente mundial se enfrenta a una crisis. Con las crecientes preocupaciones sobre el cambio climático y la degradación ambiental, la jardinería ecológica se ha convertido en una forma popular para que las personas contribuyan a un futuro sostenible.
Nueva investigación de la Universidad de Sheffield sugiere que los legisladores deberían ofrecer incentivos, como impuestos municipales o descuentos en la factura del agua, para alentar a los jardineros a utilizar técnicas respetuosas con el medio ambiente para ayudar a combatir el cambio climático y mejorar la salud y el bienestar de las comunidades.
La investigación establece que en el Reino Unido, los jardines representan un tercio de todas las áreas urbanas y son esenciales para mantener frescos los edificios y los entornos urbanos, absorber la lluvia para evitar inundaciones y proporcionar un refugio para la vida silvestre.
Sin embargo, muchos jardines no son verdes y carecen de plantas apropiadas que beneficien al medio ambiente de manera significativa.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la jardinería normal y su equivalente ecológico?
La jardinería normal generalmente implica el uso de fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas para promover el crecimiento de las plantas y controlar las plagas y las malas hierbas. Estos productos químicos pueden tener efectos dañinos sobre el medio ambiente, incluida la contaminación del agua y del aire, la degradación del suelo y el envenenamiento de animales.
A diferencia de, jardinería ecológica evita el uso de productos químicos sintéticos y, en cambio, se basa en métodos naturales y sostenibles para promover el crecimiento saludable de las plantas y controlar las plagas y las malas hierbas. El objetivo de la jardinería ecológica es crear un jardín que no solo sea eficiente sino también en armonía con el medio ambiente, promoviendo la biodiversidad y reduciendo los desechos y la contaminación.
Aquí hay algunos pasos y más información sobre cómo puede involucrarse en jardines ecológicos.
Deberá elegir una ubicación ideal para comenzar
El primer paso para crear un jardín ecológico es elegir la ubicación adecuada. el lugar ideal es aquella que recibe mucha luz solar y está resguardada de fuertes vientos, y tiene acceso a una fuente de agua. Asegúrese de que el jardín no esté expuesto a contaminantes que puedan obstaculizar el crecimiento de tus plantas
Es vital tener en cuenta que la jardinería ecológica no se limita a aquellos que tienen acceso a grandes espacios al aire libre.
Incluso si vives en un edificio alto, aún puede participar en prácticas de jardinería ecológicas. Algunos consejos serían utilizar recipientes resistentes que no se vuelquen con los fuertes vientos y utilizar una regadera o instalar un sistema de riego por goteo si no hay un grifo en la ubicación del jardín.
El tipo correcto de suelo es muy importante
Una vez que haya elegido la ubicación de su jardín, es hora de preparar el suelo y un suelo saludable es la base para un jardín saludable.
La calidad del suelo determina qué tan bien crecerán sus plantas y qué tan saludables serán. Idealmente, el suelo debe ser rico en nutrientes, bien drenado y libre de contaminantes como metales pesados y pesticidas.
Suelo orgánico es una excelente opción para la jardinería ecológica, ya que no contiene productos químicos sintéticos y es compatible con microorganismos beneficiosos. Además, es posible que un suelo demasiado arenoso o arcilloso no brinde un drenaje o una absorción de nutrientes adecuados. Usando mantillo alrededor de sus plantas puede ayudar a retener la humedad y reducir la necesidad de riego frecuente.
Participar en prácticas sostenibles de agua
Existen varias prácticas sostenibles para la gestión del agua que pueden ayudar a reducir los desechos y promover el crecimiento saludable de las plantas. Una de las maneras más efectivas de conservar agua en el jardín es usando un sistema de riego por goteo como se mencionó anteriormente. El riego por goteo entrega agua directamente a las raíces de las plantas, minimizando la pérdida de agua debido a la evaporación o la escorrentía.
Otra opción es recoger y reutilizar el agua de lluvia utilizando un barril de lluvia. El agua de lluvia está libre de la mayoría de los químicos y minerales que se encuentran en el agua del grifo, lo que la hace ideal para regar las plantas. También es importante regar las plantas en el momento adecuado del día, como temprano en la mañana o tarde en la noche, para minimizar la evaporación y maximizar la absorción por parte de la planta.
Elija compost en lugar de fertilizantes comerciales
El compostaje es un práctica sostenible esencial en jardinería ecológica que consiste en convertir alimentos y desechos de jardín en abono rico en nutrientes.
Puede compostar una variedad de materiales, incluidos restos de frutas y verduras, posos de café, recortes de césped, hojas y periódicos triturados. Es importante evitar el compostaje de carne, lácteos y desechos de mascotas, ya que pueden atraer plagas y demorar más en descomponerse.
El compostaje no solo reduce los desechos y mejora la salud del suelo, sino que también ahorra dinero en la compra de fertilizantes y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al mantener los desechos orgánicos fuera de los vertederos. Al incorporar compost en sus prácticas de jardinería ecológicas, puede crear un jardín más sostenible y saludable.