Para proteger a los consumidores cada vez más conscientes del clima de ser engañados, la directiva propuesta prohibirá declaraciones genéricas que incluyan "eco", "ecológico", "carbono neutral" y "natural" sin evidencia.
Más que nunca, vemos marcas que afirman estar orientadas a la sostenibilidad en un esfuerzo por atraer consumidores conscientes del clima.
De hecho, tanto es así que palabras como "reciclable", "biodegradable" y "de origen responsable" se pueden encontrar en casi todos los envases en los que se envasan sus productos.
Sin embargo, aunque algunas de estas empresas están Fieles a su palabra y defienden valores y prácticas genuinamente progresistas, muchos parecen demasiado interesados en enfatizar credenciales ambientales extravagantes cuando, en realidad, todo es parte de una táctica de marketing llamada 'lavado verde. "
Esto, como seguramente ya sabrás, implica que las marcas inunden deliberadamente sus campañas con un lenguaje extremadamente ambiguo para hacer que los compradores pensar se preocupan por los mejores intereses del planeta cuando en realidad no es así.
Durante la última década, esta estratagema engañosa ha ganado una fuerza significativa en todo el mundo, con un 2022 encuesta de más de 1,400 ejecutivos de diferentes industrias descubrieron que el 68 por ciento de las empresas están explotando esta zona gris para obtener ganancias.
Y, lamentablemente, se ha hecho muy poco para responsabilizarlos.
Hasta hace poco, claro está, porque gracias a una propuesta de directiva de la UE, Esto puede estar a punto de cambiar.
Con el objetivo de tomar medidas enérgicas contra los anunciantes que hacen afirmaciones ecológicas falsas, los reguladores (si obtienen el visto bueno) prohibirán que declaraciones genéricas como "eco", "ecológico", "neutral en carbono" y "natural" se hagan sin evidencia.
También se enfrentan al "lavado circular", mediante el cual las marcas mienten acerca de contribuir a una modelo económico floreciente que mantiene los materiales informados durante el mayor tiempo posible, solo para atraer a consumidores cuyo espíritu reconocen que cambia drásticamente junto con la conciencia pública sobre el calentamiento global.
Al exigir a las empresas que verifiquen los méritos de sus productos a través de sistemas de certificación de terceros, la directiva propuesta pretende hacer que "los productos y modelos de negocio ambientalmente sostenibles sean la norma, y no la excepción".
Requiere matices al determinar el desempeño ambiental – o circular – de los productos, señalando que las declaraciones comparativas entre productos similares con diferentes materias primas y procesos de producción deben tener en cuenta las etapas más relevantes del ciclo de vida.
La esperanza es que los datos relacionados con la sostenibilidad de muchas empresas salgan a la superficie, brindando nuevas oportunidades para la transparencia, después de que un estudio revelara que el 53 por ciento de las reclamaciones sobre bienes ambientales son "infundadas" y que el 42 por ciento de las tácticas de productos verdes son "totalmente manipuladoras".