El suministro mundial de alimentos ya se ha reducido debido a la guerra en curso, pero el futuro de la agricultura también podría estar en riesgo si los ataques rusos destruyen el banco de semillas más grande de Ucrania.
Las tierras de cultivo en Ucrania son algunas de las más fértiles de la Tierra.
El suelo rico en nutrientes de la nación almacena humedad por más tiempo y produce altos rendimientos de cultivos, lo que lo hace más barato y de mucho menos mantenimiento que las tierras de cultivo en otras partes de Europa o América.
Gracias a sus fronteras costeras del sur y sus puertos de aguas profundas que desembocan en el Mar Negro, Ucrania se convirtió rápidamente en un proveedor mundial de una diversa gama de trigo, cereales, cebada, girasol (semillas y aceite), así como otros productos agrícolas básicos.
Desde febrero, el comercio casi se ha detenido debido a la invasión rusa, que ha dejado al 'granero del mundo' incapaz de cultivar y exportar sus valiosas cosechas. En las regiones que dependen únicamente de los cereales de Ucrania, muchos pasan hambre, en particular en África subsahariana donde la escasez de alimentos es alta.
Ahora, los representantes de las Naciones Unidas advierten que el banco nacional de semillas de Ucrania corre el riesgo de ser destruido a medida que continúan los bombardeos en la región nororiental de Kharkiv. Sin un inventario de respaldo completo, alrededor de 150,000 las semillas únicas almacenadas en las bóvedas subterráneas podrían perderse para siempre.